La carpa
brota como un hongo
ofreciendo promesas de diversión
los niños
de la mano de los padres, inocentes
se guían por el premeditado rastro de maíz.
Tercera llamada: las luces se encienden.
Aparición de nómadas con tentativas de artistas.
piel de oropel
que cubre la ignorancia.
El presentador hace caravanas;
con adjetivos superlativos anuncia su llegada:
el león.
Un hombre, aparente camarada
entre risas, juegos y palmaditas
hace de dentista
Entre las fauces (nótese lo desdentado),
arriesga su cabeza
Y la función sigue hasta que se acaba.
Atrás
el camerino del rey de hierro especial.
Un bostezo tras otro.
¿Será el polvo o se derrite en tristeza?
Sobre su cama de paja, acicala sus garras ya inútiles,
soltando gruñidos ocasionales
para no olvidar que alguna vez gritó su libertad.
frente a un desfile de ojos con derechos de taquilla
Increíble espectáculo es éste:
¡Pásele!
¡Pase usted a ver a la fiera que rumia
las nostalgias más grandes del mundo!
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