jueves, 28 de enero de 2010

Nostalgia de león

La carpa
brota como un hongo
ofreciendo promesas de diversión
los niños
de la mano de los padres, inocentes
se guían por el premeditado rastro de maíz.

Tercera llamada: las luces se encienden.
Aparición de nómadas con tentativas de artistas.
piel de oropel
que cubre la ignorancia.
El presentador hace caravanas;
con adjetivos superlativos anuncia su llegada:
el león.
Un hombre, aparente camarada
entre risas, juegos y palmaditas
hace de dentista
Entre las fauces (nótese lo desdentado),
arriesga su cabeza

Y la función sigue hasta que se acaba.
Atrás
el camerino del rey de hierro especial.
Un bostezo tras otro.
¿Será el polvo o se derrite en tristeza?
Sobre su cama de paja, acicala sus garras ya inútiles,
soltando gruñidos ocasionales
para no olvidar que alguna vez gritó su libertad.
frente a un desfile de ojos con derechos de taquilla
Increíble espectáculo es éste:
¡Pásele!
¡Pase usted a ver a la fiera que rumia
las nostalgias más grandes del mundo!

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