martes, 16 de febrero de 2010

México Vs. Ex braceros: como quitarle el dinero a un anciano

Rosío Rendón

Por casualidad me tocó presenciar una junta de la asamblea nacional de adultos mayores, los ex braceros.
Con una manta pintada por ellos mismos, con toda la inexperiencia en rotulación pero con la firme decisión de que se les haga justicia. Fue el señor Víctor Manuel García Irene, presidente de la agrupación quien dirigió la asamblea. Don Víctor es un hombre a quien los años no le restan porte. Un líder nato que dejó una impresión muy fuerte en mí. Pocas veces se topa una con alguien tan apto para guiar a la gente. Habían hecho la invitación al Delegado de Gobernación, el señor Pesqueira, quien tuvo el decoro de asistir, no obstante chocaba con los intereses de esta gente, comenzando por su gesto amigable que desentonaba con su descarado discurso, en el que les informaba a los abuelos que se les entregaría todo su dinero, si, pero fraccionado en cuatro mil pesos anuales. Una burla para los ancianos. Se escucharon voces, comentarios afligidos -¿y creen que vamos a durar tanto como para que se nos pague todo así? Era la queja sobresaliente.
Mi abuelo fue bracero, igual que todos los que ocupaban una de las butacas del auditorio del Congreso de Estado esa mañana. Desde muy joven se arriesgó a morir de hambre, sed o cansancio por su familia. Así fue que dejó su juventud en los campos gabachos. En cada manzana que cosechaba, iba sembrando prosperidad para sus hijos, sus nietos y el resto de sus descendientes de aquí hasta el fin de la humanidad. Nos cambió el destino.
Por eso cuando me enteré de qué trataba esa reunión, no vacilé en entrar y por un instante era la casa de mi abuela, porque fui recibida con el aroma de la ancianidad, de la abuelez. Un auditorio lleno con los abuelitos de alguien, nuestros viejitos audaces que no deberían haber hecho esa reunión, ni ninguna de las anteriores porque simplemente no tienen por qué rogar al gobierno que les dé lo que es suyo! Todos ellos trabajaron duro, todos se arriesgaron en algún momento de sus vidas, todos enriquecieron las arcas del país enviando dólares cuando éste atravesaba una crisis tan fuerte o quizá más que la actual. Se vieron en la necesidad de salir solos, dejando a sus esposas, madres, hijos, su comunidad; estoy segura de que todos llevaban los bolsillos repletos de esperanza y faltantes de dinero. Pero lograron atravesar desiertos y burlar vigilancias de la misma manera que lograron burlar la mala fortuna y la mala suerte que el destino auguraba a los de su sangre.
A cambio de lacerar sus manos cada día y depositar sus fuerzas en sus dominios, el gobierno estadounidense depositó parte de las ganancias de nuestros abuelos en un fondo de retiro, que puso en manos del gobierno mexicano, para respaldar la vejez de esos jornaleros extranjeros. Lo increíble fue que sus propios paisanos, el propio México que debió velar los intereses de estas personas, han sido los causantes de tantas penas, quienes los han forzado a gastar la energía que tenían destinada a jugar con sus nietos, a sembrar su jardín, a cumplir con los sueños que cualquier joven guarda para su vejez.
Ahora deben dejar sus casas cada mes para ir a las reuniones de la asamblea de adultos mayores y aguantar los dolores típicos de su edad, porque no es justo lo que hacen con ellos. Porque el gobierno, en ese momento apellidado Fox, les prometió en un principio pagar su indemnización, aunque sea una parte, que se acordó serían 38 mil pesos, cantidad que no completa lo que les corresponde a cada uno, pero que la necesidad les obligó a aceptar sin intentar pelear el resto. Mas sucede que el régimen, sabiendo que trata con personas para quienes el tiempo se vuelve más precioso que el oro, se vale de eso, por eso contrata gente inepta, iletrada, que no pone cuidado en hacer bien su trabajo porque así se van acortando las listas de los ex braceros, que van muriendo sin haber visto un peso de ese dinero. Unas veces son los horrores ortográficos que cometen empleados o con trabas para que autoricen los requisitos y se les acredite como ex braceros, incompetentes o la desinformación con que les llenan la cabeza, criando solo dudas estas pobres personas. Nunca falta un alfiler que les desinfle sus esperanzas.
Ahora les han salido con la novedad de que se les otorgarán pagos anuales de 4 mil pesos a todos, para que no digan que no les dan nada. “mejor que se les dé algo a todos, a que se mueran muchos sin que les toque” fue el discurso falaz del señor Delegado. Parece que el gobierno de México quiere voltearles la tortilla y hacerles pensar que les está regalando lo que por derecho ya debieron haber gozado desde hace mucho.
No pasé desapercibida por los asistentes. Era la única persona menor de setenta años. Así, algunos me regalaron fragmentos de su historia. “yo fui jornalero en Los Ángeles CA. Y también en Tucson. Soy viudo. Vengo de Agua Prieta”, “a mi no me quieren dar lo que le correspondía a mi esposo, que ya murió porque vivíamos en concubinato. No les importa que hayamos tenido hijos, ni que lo acompañe hasta el final” otros no me contaron nada, pero me mandaron una sonrisa de gratitud por ser por un momento una de ellos. Estuve hasta que se acabó y fui invitada a acompañarlos cada mes.
La evolución de una sociedad se refleja en sus niños y en los ancianos. No digo más.

4 comentarios:

  1. Te felicito por haber tenido la fuerza de haber acudido a la reunión que mencionas y más por haberte mantenido sin participar; considero que se debió a que era la primera reunión a la que asistías porque entre más vayas terminarás haciendo tuyos los reclamos de la gente que ahi asiste. en cruel, humillante y hasta sanguinario se pudiera decir, la forma en la que el "GOBIERNO" trata a los que desde hace muchos años fueron el sostén del País, desde 1942 hasta 1964 pero más palpable en 1957, cuando una sequía los obligaba a comerse el maíz que estaba destinado a los cochinos y a tomar agua de charcos y norias contaminadas, tuvieron todos los hombres que irse a trabajar de braceros para dar de comer a sus familias y con ello reactivar la economía de su País, de no haber sido así nuestros "flamentes gobernantes" no podrían cobrar los suntuosos sueldos que reciben y ni por eso se conduelen de los pobres exbraceros, pediremos, que cuando mueran nuestros gobernantes Dios lo ponga a fuego lento.

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  2. Hola me llamo carlos y soy del edo. de oaxaca mi abuelo que en paz descance tambien fue exbracero y mi madrey y yo queremos saber si hay posibilidades de que nos den el pago de la indemnizacion tenemos como comprobar que mi abuelo efectivamente estubo en terrenos gringos. gracias por su atencion de antemano y mas si me pueden ayudar con informacion.

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  3. hola carlos.en oaxaca debe haber una unión de exbraceros, donde, llevando los papeles que demuestran que tu abuelo fue exbracero, te das de alta como familiar.ahi te van a orientar.
    no dejes de ir a las juntas, es muy importante la unión.
    te deseo mucha suerte y espero me cuentes cómo te fue. rosío rendon

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  4. gracias por tu comentario.mi abuelo ha tenido experiencias muy interesantes a lo largo de su vida. como ex bracero, le quedó una fobia por eua. quiero escribir cuentos basados en su vida. los ancianos tienen mucho que aportarnos y es una lástima que nuestra cultura no los venere como debería ser, compo se hace en otros paises. por lo pronto, los que tenemos conciencia de eso, acerquémonos a ellos aunque sea a escuchar sus historias.ellos aprecian mucho nuestra atención. saludos!

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