lunes, 1 de noviembre de 2010

a veces también quiero

A veces quiero recargarme un rato, hacerme frágil, quebrarme, no ir contra nada. Simplemente estar sin ser y no sentir, dejar de lado el vocabulario de poeta, que me basten rudimentarias palabras para subsistir. Solo quiero sentarme un momento y no tener expectativas elevadas, contentarme con nada. Amo ser la señora de nadie, poder dejarme caer un rato junto a una amiga de las que no se mercan, que no me cuestan horas extra y que están siempre availables.
Deseo dejarme caer y que nadie intente levantarme. Nací en este lugar donde se cuela por debajo de la puerta el “deber ser o tener”. Aquí no hay alegría que no se deba comprar porque si rompes la etiqueta el precio se te carga automáticamente. Es necesario, al parecer, ser parte de la red para que nadie se escape. A quien se siente navaja se le quita el filo, se guarda una temporada o para siempre…
Es difícil a veces porque una desearía ser un mocasín pasado de moda, ya andado. ¿Qué necesito para ser completa, para el no fracaso, para poder ser“una persona realizada”?
¿Debo aspirar a qué y para qué?
¿Será que debo recoger mi pelo, que no lo juegue el viento, habré de dejar que me monte un anillo algún señor ingeniero o un ganadero Tal por Cual, o ser la "Madamme del Affaire d´un politíque", la bonita de fin de semana y viajes de “negocio”? ¿Deberé dejar que el espíritu se acostumbre a lágrimas televisivas?
Es necesario saber de marcas, conocer los supermarkets de oferta y moda. Se les da felicidad empaquetada a los niños con señal inalámbrica. ¿Habré debido decidirme por quien me compre en Phoenix un Channel original, con visita martes y jueves, ida al antro, esperar que me “pida” para organizar meticulosa y escrupulosamente una boda fastuosa, irnos a Las Vegas, engendrar bebés Gerber………………………….. ¡NO! yo solo quiero sentarme de noche en una piedra en medio del monte, que las estrellas brillen como si estuvieran de fiesta y que los grillos muevan sus patas y vibren. Solo quiero nada, nada más que descalzarme y sentir piedritas y ramas, que el viento huela a hierba fresca de noche. No sentirme aludida. Que nada que me rodee conozca una sola palabra, que no exista el raciocinio. Quiero ser ahí y que no existan las puertas, caminar si quiero sin que haya veredas para que me abracen los arbustos.
Quiero morir y renacer de monte y de silencio.

2 comentarios:

  1. Quiero un poema asi, como este pero no igual, uno en masculino, para tatuarmelo en miniatura y al revez dentro de mis corneas, y sonreir cuando absorbido por las idiosincracias sarcasticas de mi cotidianidad, lo lea una y otra ves. Y cada que sienta que soy malo, cerrar los parpados para leer y recordarme que solo quiero vivir un poco mas alla de la vida... hasta la muerte.

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  2. hola dany,
    supongo que todos queremos prolongar esa parte de nuestra existencia en que logramos la felicidad

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